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Imagen de Ester Álvarez G. |
Hace tiempo que recomiendo la copa menstrual porque me parece un método con grandes ventajas, a pesar de que aún es bastante desconocida.
Lo que más se destaca de la copa es que, al estar hecha de silicona médica, se trata de un método mucho más saludable que compresas o tampones, pues la vagina absorbe sustancias químicas muy fácilmente. Gracias a este material, la copa menstrual respeta la flora vaginal, evitando infecciones y no produce olores.
Otro aspecto muy importante para decantarse por ella, es que resulta con diferencia bastante más económica que otros métodos, ya que una copa menstrual puede durar hasta 10 años. Esto, sin duda, también contribuye en gran medida con el medio ambiente.
Pero más allá de esas ventajas, que deberían ser suficientes para animarnos a todas las mujeres a conocerla, el inicio no siempre resulta un camino de rosas, lo que no significa que no merezca la pena, y es por ello que os voy a contar mi propia experiencia.
Pero más allá de esas ventajas, que deberían ser suficientes para animarnos a todas las mujeres a conocerla, el inicio no siempre resulta un camino de rosas, lo que no significa que no merezca la pena, y es por ello que os voy a contar mi propia experiencia.