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Imagen cortesía de Ambro / FreeDiditalPhotos.net |
La sexualidad es importante en la vida del ser humano, ya que “nos acompaña siempre a lo largo del camino y nos reporta bienestar y satisfacción” (o al menos así debería ser). Pero no se vive del mismo modo a unas edades que a otras: desde que nacemos hasta que morimos, nuestro cuerpo y nuestra mente evolucionan, aunque no suelen hacerlo al mismo ritmo, lo que puede afectar a nuestra sexualidad entre otros ámbitos.
A pesar de lo que mucha gente pueda pensar, la mayoría de los expertos afirman que “nuestra capacidad para experimentar placer erótico se inicia con el nacimiento y no tiene por qué desaparecer hasta la muerte”. No obstante, es cierto que la edad puede intervenir de alguna manera en diversos aspectos físicos y psicológicos de la sexualidad. De tal modo que mientras los cambios biológicos vinculados a la edad son más universales, las respuestas de los individuos a estos cambios difieren enormemente. Además, a diferencia del resto de las funciones humanas, la edad influye sobre los hombres y las mujeres de manera distinta.