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La violencia o abuso sexual consiste en obligar a una persona a someterse a
un acto sexual por encima de su voluntad. Más allá de la búsqueda de placer sexual,
esto ocurre basándose en una relación de poder, por eso la mayoría de las
víctimas son mujeres y niñas, ya que en el marco del patriarcado, el abusador
se aprovecha de su situación de superioridad intimando a la víctima, ejerciendo
su fuerza contra ella, amenazando, coaccionando, etc. y al degradarla perpetua
su ego de superioridad. Dentro de este concepto se encuentran delitos como la
trata, el abuso sexual infantil, las violaciones, o el acoso sexual, pero voy a
hablar principalmente de las violaciones de mujeres llevadas a cabo por
hombres.
En el siglo XXI las cifras sobre mujeres y niñas violadas en todo el Mundo
son escandalosas, más cuando hablamos de sociedades desarrolladas. En España
por ejemplo, según los últimos datos, se produce una violación cada 8 horas.
Otros países, esta cifra aún es más dramática. Teniendo en cuenta que muchos de
los casos no son denunciados, por miedo, vergüenza y otros motivos, las cifras
reales serían aún mayores. Peor aún es que en algunos países las leyes no se
aplican debidamente, de modo que la mayoría de las denuncias acaban sin una
condena. Además, en países subdesarrollados se siguen llevando a cabo
violaciones masivas de mujeres por soldados en situaciones de conflicto, algo
que hasta hace poco no se ha declarado como prioridad por la ONU.
Este tipo de violencia puede ser cometida por hombres desconocidos pero en
muchos casos no es así, sino que el violador puede ser la propia pareja, el
padre, un amigo, un familiar cercano, un vecino... ¿Qué nos dice este dato
sobre el modelo sexual que han aprendido estos hombres? se trata de un modelo
patriarcal, de dominación, de autosatisfacción y falta de empatía y respeto por
las mujeres. Esto nos dice mucho acerca de la importancia que sigue teniendo la
educación sexual y la educación en Igualdad, porque no estamos hablando de unos
cuantos hombres con problemas mentales, ni de criminales, estamos hablando de
cientos, y cientos de hombres que probablemente no se diferencian mucho de
cualquier tipo normal, que no se dedican a delinquir, que en muchos casos no
reinciden, que en algunos casos ni son conscientes de que han cometido un abuso
sexual, o lo achacan al alcohol o las drogas que hubieran consumido ese día o
culpan a la víctima ya que piensan que iba provocando con su manera de vestir,
etc.
Estoy convencida de
que muchos de esos abusos podrían evitarse, podrían prevenirse dando una
educación sexual más igualitaria, enseñando un modelo sexual de consentimiento.
Y esa educación debe ser desde todos los ámbitos, la escuela, los padres, los
medios... o por lo menos desde alguno de ellos. No podemos limitarnos a dar una
educación sexual en la que apenas se hable de anticonceptivos (que no dejando de ser importantes, son
sólo una pequeña parte de lo que las relaciones sexuales implican), hay que
hablar de consentimiento, de respeto, de afecto... hay que hablarles de otros
modelos sexuales menos machistas y patriarcales, menos egoístas y menos
coitales. Hay que enseñar que No significa No, que más allá de lo que muestra
la publicidad hoy en día las mujeres no son objetos sexuales, que los hombres
pueden controlar sus impulsos sexuales...
Recientemente leí una
entrevista a una mujer que trabajaba con agresores sexuales y me pareció muy
interesante, porque está claro que los hombres que van a la cárcel por estos
delitos, tarde o temprano salen y pueden volver a cometerlos (la tasa de reincidencia
está entre el 18 y el 20%). Los pocos estudios que se han llevado a cabo
indican resultados favorables sobre estos tratamientos, lo que me lleva a
pensar en la importancia de seguir avanzando por ese camino. Es necesario ver
que detrás de esas agresiones no hay hombres movidos únicamente por impulsos
sexuales, hay hombres que aprendieron modelos equivocados y que necesitan
reaprender sobre las relaciones sexuales.
Por todo esto de nuevo
insisto, vamos a dejar de fomentar la cultura de la violación donde se enseña a
las mujeres a evitar ser violadas y vamos a enseñar a los hombres a no violar.
¡Utilicemos la educación sexual también para luchar contra la violencia sexual!
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Muy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarUn muy interesante punto de vista, estoy muy de acuerdo en que es necesario cambiar patrones y sobre todo educar con más conciencia.
ResponderEliminarMuchas felicidades por tu blog, yo también hace poco inicie uno llamado www.hablandodesexo.com
Un gusto, te seguiré leyendo :)
Saludos Esther, en tu actividad como sexologa y terapeuta, has realizado alguna vez sesione grupales que permitan desinhibir todo el miedo de las personas que te seguimos en tu blog, para liberar el ser reprimido.
ResponderEliminarMuy bueno los comentarios me encanta estar como dicen todos en la intimidad tanguita
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