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EL ESPEJO DEL GÉNERO

Por: Ester Álvarez Guillén

Imagina que un día te miras al espejo y no te ves, en tu lugar hay otra persona del género contrario al que pensabas que pertenecías, con el que siempre te habían identificado. Imagina que al mirar tus genitales, donde tú ves un pene, el espejo refleja una vagina (o al revés), y al mirar tus pechos tampoco encajan con lo que tú ves, y al seguir observando, el bello corporal y facial, tamaño y forma de las caderas... nada es como tú lo ves, como tú lo sientes. Donde debería haber un hombre hay una mujer, o donde debería haber una mujer el espejo refleja un hombre.

Ahora imagina que esto te ocurra cada día, durante toda tu vida, cada vez que te miras al espejo, cada vez que te miran los demás, cada vez que te nombran... Nada encaja con quien tú realmente sientes que eres.

Algo así es lo que viven las personas transexuales, que desde que nacen son etiquetadas en un género (masculino o femenino) y que más tarde o más temprano empiezan a sentir que el género en el que fueron clasificados es contrario al que ellos sienten, que sus cuerpos no encajan con sus mentes.  

En mi investigación sobre transexualidad y Cirugías de Reasignación Sexual en Brasil los testimonios de algunas de estas personas me ayudaron a comprender la terrible batalla que libran cada día, no sólo consigo mismas, con sus cuerpos, sino sobre todo a nivel social, para ser aceptados, respetados, e incluso a veces simplemente para sobrevivir en un mundo donde no hay lugar para ellos.

Cada año se producen en el mundo una enorme cantidad de asesinatos y agresiones a personas transexuales, cuyo único delito fue nacer en un cuerpo equivocado, ¿o quizá en una sociedad equivocada? (a diferencia de la nuestra, en algunas culturas la transexualidad está bien vista).

No confundamos transexualidad con travestismo, personas que se visten con ropas y demás complementos adoptando una imagen del género contrario a su cuerpo biológico, pero que a diferencia de los transexuales, no sienten la imperiosa necesidad de modificar sus cuerpos. Tampoco las personas transgénero necesitan de cirugías, y no pretenden encajar en ninguno de los dos géneros, sino que transitan rompiendo estos límites.

Existen más términos (drag queens, drag kings...) y a veces es difícil clasificar (ni debería ser necesario), pero otras veces son imprescindibles para entender las diferentes maneras de vivir y sentir los géneros.

Además de todos los problemas a los que se enfrentan las personas transexuales en nuestra sociedad (para poder cambiar de nombre, para ser aceptados por sus familias y conocidos, para encontrar un trabajo, para llevar a cabo las cirugías que precisan...), nos interesa aquí especialmente cómo viven su sexualidad. La realidad es bastante diversa y compleja: algunos sienten tanta repulsión hacia sus genitales que se confiesan asexuales, o tienen pareja pero no soportan que toquen sus genitales; otros sueñan con tener un pene y poder penetrar, o tener una vagina y ser penetradas; otros piensan que nunca podrán tener pareja mientras no tengan un pene (o una vagina), están decididos a someterse a cirugías aunque en algunos casos eso suponga perder sensibilidad genital o incluso tener secuelas graves; incluso los hay que han adaptado su cuerpo a sus relaciones sexuales sin pasar por cirugías genitales, inventando formas de dar y sentir placer.

La realidad del continuo sexualidad-sexo-género da lugar a interacciones ilimitadas, pero nuestra cultura restringe estas posibilidades a tan sólo unas poca opciones: dos géneros (masculino/femenino), dos sexos (hombre/mujer), y una heterosexualidad obligatoria.



De manera que tener cuerpo de hombre significa una identidad de género masculina y relaciones sexuales con mujeres. Mientras que nacer con cuerpo de mujer implica, tener identidad de género femenina y relaciones sexuales con hombres. No hay espacio para lo que no encaja en este esquema. Ningún cuerpo puede ser intermedio entre el hombre y la mujer (intersexual), nadie puede vivir su género entre lo masculino y lo femenino... La norma social es así: si tienes cuerpo de hombre ¡viste como un hombre, actúa como un hombre y folla como un hombre! (lo mismo para la mujer).

Si bien es cierto que empiezan a vislumbrarse y aceptarse otros tipos de orientación sexual (homosexualidad, bisexualidad...), aún falta mucho camino para abrir los ojos a nuevos géneros y nuevos cuerpos independientes de esos géneros.

La pregunta es ¿por qué debería haber sólo dos géneros?, y más aún: ¿es posible un mundo sin género?.

Publicado el 16 de marzo de 2013 en  http://blogs.elpais.com/eros/2013/03/el-espejo-del-genero.html

4 comentarios:

  1. Saludos, mi nombre es Oscar y mi interés es llegar a ser terapeuta sexual, me parece que en México existe mucha información errónea o mitificada de la sexualidad, misma que crea patrones y modelos que afectan las relaciones de pareja y el autoconocimiento del individuo, creo es necesario un colegio de especialistas para idear estrategias y planes de educación para la sociedad especifica de nuestro país.

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  2. Es un gusto encontrar artículos como este que reflejan comprensión y entendimiento acerca del tema. En nuestro equipo, buscamos especializarnos cada vez más en atención a personas y parejas transexuales, pues son una población bastante vulnerable, no solo en el país, sino en el mundo.

    Saludos cordiales¡

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  3. Hola Ester, otra gran entrada en tu blog. Y sí que es complicado esto de verse en el espejo y sentir algo diferente. No puedo ni imaginar qué sentirán en los casos en los que se dan los pasos para hacer el cambio.

    En especial me encantan los últimos párrafos. Por qué tienen que ser dos géneros. Y aún así con dos, por qué quedarse pensando que un hombre o una mujer tienen que ser de determinada manera. Después de leerte, pienso en eso de follar como hombre. Y eso será lo que a las mujeres les agrada o estamos solo acostumbrados? Sobre el vestir y tener relaciones, creo que las mujeres están mucho más adelantadas y el mundo las acepta un poco mejor. Sin embargo, también son mucho más juzgadas y señaladas. Como mencionas que bueno que hay cada día un poco más de apertura y que más se escriba sobre el tema.

    Sobre estos temas, recientemente leí sobre unos estudiantes que como no los dejaron ir en shorts, decidieron ir en falda. Te imaginas lo que en muchas partes del mundo se dice o se haría? Y sobre el tema de este post, creo que si es cierto el caso de Shiloh Jolie-Pitt, se hablará mucho y espero que se apoye y creé conciencia sobre las dificultades de vivir en un cuerpo que se siente ajeno. En tu experiencia profesional, realizar esos cambios a edad temprana es mucho mejor? Lo bueno es que cuenta con el apoyo de los padres. Esperemos la sociedad los dejen en paz.

    Saludos, Gael

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    1. Muy agradecida, como siempre, Gael, por tus comentarios y tu interés en mis posts. Me parecen muy interesantes y acertadas las reflexiones que te han surgido. También supe de la noticia sobre esos estudiantes y lo otro que comentas, que se hable de estas cosas en los medios siempre ayuda a dar visibilidad. Sobre las cuestiones que me planteas te remito a un enlace sobre INFANCIA Y TRANSEXUALIDAD, uno de mis artículos más recientes que creo solventará tus dudas: http://esteralvarezguillen.blogspot.com/2017/02/infancia-y-transexualidad.html

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